Existe una tendencia renovada por parte de los visitantes de buscar lugares no solo bellos y cómodos, sino también que demuestren preocupación con respecto al medio ambiente y que se presenten ecológicamente sostenibles y responsables. Cuidar el aspecto y funcionamiento del lugar de descanso de forma que resulte coherente con estas máximas es una estrategia que acerca a estos espacio con los clientes. Y en este sentido, el diseño y la arquitectura del lugar de permanencia temporal para un turista es la primera y gran bienvenida que recibe al llegar.
Los hoteles y posadas que ofrecen un estilo sustentable y amigable con el ecosistema tienen en el hierro a un aliado valioso. Este material contribuye notablemente a brindar esa sensación de calidez, familiaridad y armonía en el ambiente, tan representativa de esta estética y elección de vida a favor de la naturaleza.
En este sentido, el hierro sigue ganando protagonismo. En primer lugar por su versatilidad y la posibilidad casi infinita de brindar formas y diseños originales y variados reflejados en todo tipo de productos, desde un juego de jardin de hierro, pasando por lámparas y faroles, hasta mesas y muebles de interior o exterior. Además, se trata de una opción duradera y resistente que permite disfrutar y conservar los productos con un mínimo mantenimiento e inversión. En efecto, basta con remover, si lo hubiera, algún resto de óxido que pudo haber aparecido con el tiempo, para poder pintarlo nuevamente y volver a tener el mueble o adorno prácticamente intacto, como la primera vez que lo adquirimos. Otra ventaja adicional es que es posible aplicar cualquier color, por lo que es fácil animarse a combinaciones diferentes, mezclando tonalidades que levantan y dan al lugar un toque distendido y sumamente original.
Estas características hacen de esta alternativa una de las más atractivas para el sector hotelero que forma parte de una oferta centrada en la potencialización de paisajes y la naturaleza. Es la opción por excelencia para quienes eligen viajar y conocer ciudades y pueblos tradicionales, alejados del ruido y el movimiento incansable de las grandes urbes modernas. Muchos hombres y mujeres jóvenes prefieren conocer este tipo de lugares, privilegiando el contacto directo con el exterior, el campo y el medio ambiente en general. Por eso, otro componente importante de estas propuestas hoteleras son los ambientes exteriores. Es decir que, a la cuidada construcción de espacios interiores, debe sumarse la estética acorde en los externos.
Para este propósito, el hierro es una vez más, el material ideal gracias a todos los beneficios y las virtudes ya mencionadas. Además de las ventajas que ofrece su mantenimiento y dureza, es un componente que otorga un complemento armonioso también con el exterior. Mesas, sillas y sillones de hierro, acompañados por faroles, columnas y rejas en patios, galerías y parques, son opciones que contribuyen a este estilo único. Además, si la utilización del hierro resulta un poco monótona siempre se puede complementar con otro estilo de sillones, bancos, mantos, floreros y todo tipo de ornamentación de diferentes características, colores y texturas, pues suele combinarse muy bien con prácticamente cualquier otro elemento de la construcción y el diseño.